Año tras año son muchas las iniciativas que se van organizando con la finalidad de incluir a todos y no dejar a nadie afuera en lo que disfrutar de la naturaleza se refiere. Sabemos los incontables beneficios que esto trae no solo a nivel físico, sino también a nivel espiritual, mental, entre otros beneficios. Es así en ese contexto, que el Turismo de naturaleza y la inclusión poco a poco va tomando fuerza, ya sea desde los senderos interpretativos e inclusivos, dentro de parques nacionales, senderos de acceso universal a playas en algunas concesiones de lagos en el sur de chile, audio libros y materiales en sistema baile, sistemas de sillas adaptadas para realzar senderos de trekking con personas con movilidad reducida , etc.
Es así como nace la idea de realizar canyoning por primera vez en chile con personas en situación de discapacidad, inmediatamente comenzó un proceso de aprendizaje, intentar buscar otras experiencias. Tal como adaptaciones de banderillas de color para remplazar los sonidos e instrucciones, o cuerdas para poder demarcar y guiar espacios, se comenzó a explorar posibilidades.
En primera instancia ojalá lugares de muy fácil acceso, donde la dificultad técnica no fuera suficiente, éramos un grupo reducido y sobre todo el objetivo principal era no solo realizar una actividad en un universo de elecciones, sino que generar el impacto de que si es posible realizar turismo y deporte aventura con habilidades diferentes. Fue así como entonces nos fijamos el mayor de los objetivos, el descenso del salto, el claro, una cascada ubicada en la comuna de Pucón con más de 80 m de altura, un imponente desafío para cualquier persona, hablamos de un edificio de más de 26 pisos. Fue así como se desarrolló la primera versión, impulsada por el club de montaña e inclusión No Limits y sus miembros, quienes con profesionales desde la terapia ocupacional, sicólogos y kinesiólogos dieron vida a este proyecto.
Les dejamos acá la documentación de los dos eventos que realizamos de canyoning inclusivo, si se pudo en el claro, se puede en todos lados, fue esto lo que quisimos demostrarnos, así. Si cabe destacar que aún faltan más oportunidades, porque no subsidios y programas de fortalecimiento desde el punto de vista del turismo, es posible realizar trekking , rafting, canyoning, kayak, stand up paddle con muchas personas en situación de discapacidad, personas ciegas, personas sordas, con movilidad reducida entre otras. Pero estamos en deuda, si o si se requieren más guías, más implementación, esto eleva los costos, sigue siendo en muchos caso un abismo gigante en el contacto entre instituciones y asociaciones del turismo y la inclusión.
Un gran trabajo técnico, emocional y personal queda plasmado en la realización del descenso de canyoning, el más grande de Chile. En esta primera instancia, que fue documentada por Ecosport, pudimos descender junto a Don Héctor, quien lo logró el descenso con solo el 20% de su cuerpo.
Descendimos junto a Sebastián de La Silla Viajera y otros participantes en situación de sordera y ceguera en el salto El Claro, que cuenta con más de 80 m de altura.